Warning: Undefined array key "options" in /home/susanamorales/public_html/wp-content/plugins/elementor-pro/modules/theme-builder/widgets/site-logo.php on line 124

La orfandad de los nativos digitales

Presentación en 1° Encuentro sobre Juventud, Medios de Comunicación e Industrias Culturales (UNLP, La Plata, 2009). Exponemos los contrastes en el acceso, disponibilidad y apropiación de TIC entre adolescentes de diferentes niveles socio-económicos, en base a una investigación propia, realizada en Córdoba entre 2005 y 2008.
CON_La orfandad de los nativos digitales

María Inés Loyola y Susana Morales

Antecedentes

El interés de los investigadores en comunicación y educación por las representaciones, prácticas y competencias docentes en relación con el uso de las TIC en la enseñanza, presente en la década de los ‘90, fue dando paso a indagaciones sobre los modos en que los jóvenes y adolescentes se apropian de estos nuevos medios, los impactos que producen en sus prácticas cotidianas y escolares, y las eventuales transformaciones en aspectos de los procesos de enseñanza y aprendizaje, tales como la dimensión cognitiva y las destrezas intelectuales en general. De ello dan cuenta estudios producidos tanto en Europa como en América Latina; en general, las primeras investigaciones giran en torno a las actitudes de los estudiantes frente a las computadoras.

Un ejemplo, en América Latina, es la investigación coordinada por Cesáreo Morales, desarrollada entre 1998 y 2000 en el marco del ILCE (Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa – México): Actitudes de los estudiantes y docentes hacia la computadora y los medios para el aprendizaje, cuyo objetivo fue el de reconocer las actitudes de los docentes y estudiantes mexicanos hacia la tecnología informática y su incorporación en el proceso educativo.

Más adelante, ya los estudios se focalizan en las prácticas de uso de las TIC por parte de los jóvenes, tanto en su vida cotidiana como en sus actividades de aprendizaje. El mismo ILCE lleva adelante un estudio realizado en 2001-2002, Disponibilidad y uso de la tecnología en la educación básica, con el objetivo de identificar los hábitos, actitudes y mecanismos que implementan las escuelas de educación básica y normal en México para incorporar las tecnologías (medios audiovisuales e informáticos) al proceso de enseñanza–aprendizaje, estableciendo el impacto y las expectativas que existen al respecto –entre docentes y alumnos– y detectando los factores que pueden optimizar el proceso. Este estudio se llevó a cabo a través de una encuesta nacional que se aplicó a maestros, alumnos y responsables de medios, y fue coordinado por Gustavo Flores Verdugo.

El estudio desarrollado por Guillermo Sunkel concluye que “desde la dimensión de la subjetividad, destacan los altos niveles de confianza que los estudiantes tienen en sus propias habilidades digitales”. Estos niveles de confianza son mayores entre los varones que entre las mujeres. Sin embargo, “la tendencia apunta a una creciente igualdad de género en términos de confianza en su ‘competencia digital’” (Sunkel, 2006).

A propósito de la relación entre lecto-escritura y TIC por parte de estudiantes universitarios, cabe destacar la investigación realizada en Colombia (Universidad de Medellín) por Giovanna Carvajal Barrios y Alejandro Ulloa San Miguel (2004), cuyas principales conclusiones apuntan a evidenciar la crisis de la cultura escrita, no sólo por la pérdida de importancia en los espacios curriculares y extracurriculares asociados con la lectura y la escritura en los colegios secundarios, sino también por las prácticas juveniles vinculadas a los medios de comunicación y TIC, donde predominan formas de comunicación y audiovisual sobre la expresión escrita.

En Argentina, la investigación realizada por Natalia Sarena (Universidad Nacional de La Plata): Los jóvenes e internet: Experiencias, representación, usos y apropiaciones de internet en los jóvenes, busca “comprender los distintos usos y apropiaciones que realizan los jóvenes de internet y a su vez, incorporar al análisis cómo ello genera nuevas formas de sociabilidad e integración” (Sarena, 2006).

De manera específica, en el contexto de la Universidad Nacional de Córdoba, el equipo de investigación dirigido por Cristina Petit (UNC) llevó adelante entre 2004 y 2005 el estudio Acerca del uso de medios audiovisuales y las nuevas tecnologías en los alumnos del último año del nivel medio en Córdoba, el cual se propone responder a interrogantes tales como: ¿qué uso hacen y le otorgan los jóvenes de 6° año del nivel medio a los medios audiovisuales como la televisión, la computadora, Internet?; ¿qué piensan sobre sentidos y significados nuevos que se adquieren, facilitados por estas nuevas prácticas comunicacionales? 

Además, el mismo equipo de investigación se propone analizar las competencias adquiridas por los egresados de las escuelas medias (convertidos ya en alumnos de primer año de la Facultad de Psicología) relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías, y por otro lado determinar el tipo de relación que existe entre “adquisición de competencias para el desempeño en entornos virtuales” y “logros académicos” a través del seguimiento de una cohorte de ingresantes. Los resultados parciales para el año 2006 muestran que

el uso más importante que hacen de Internet es heterogéneo: primero chatear con amigos o nuevas personas, segundo recibir correo electrónico y en tercer lugar varía entre buscar información para estudio o trabajo y buscar información de interés personal. (…) En cuanto a la conciencia de las aportaciones de las TIC y valores asociados, el 74.2% de los ingresantes caracterizan a la tecnología como un medio que ‘ayuda a resolver problemas, facilita operaciones pero también puede fallar’ y sólo un 6.7% considera que la misma ha ‘arruinado la comunicación’. (Virdó y otros, 2006)

Adolescentes y TIC

Desde hace varios años, nuestro equipo de investigación estudia la relación entre las nuevas tecnologías informáticas y los procesos de enseñanza. En un primer momento, la atención se centró en las experiencias innovadoras en el uso de la informática en la enseñanza primaria y media, y más adelante en torno al uso de TIC por parte de los adolescentes escolarizados.

Durante los años 2005 a 2008, desarrollamos una investigación cuyo propósito se centró en cómo se expresa la apropiación en las prácticas de uso de las TIC en general y de las computadoras e Internet en particular, por parte de adolescentes escolarizados. Se trató de un estudio cualitativo con la aplicación de grupos de discusión.

Trabajamos con escuelas de la zona norte de la ciudad de Córdoba, dos públicas y dos privadas, de los barrios Argüello, Granja de Funes, Villa Belgrano y Villa Rivera Indarte, ubicadas en la zona noroeste de la ciudad. Esta zona es atravesada por el Río Suquía y por canales de riego, en cuyos márgenes se han ido asentando a lo largo de los años numerosos barrios de emergencia comúnmente llamados villas miseria; pero también barrios cerrados -condominios y countrys-, habitados por personas de alto nivel socio-económico. En relación a los primeros, los habitantes de villas y barrios carenciados, unos 12.000 adultos reciben ayuda social del gobierno (provincial, nacional y municipal) por ser considerados población en riesgo social; de estos adultos dependen menores y ancianos como parte del grupo familiar.

Los jóvenes menores de 15 años que viven en estos barrios representan un 30% del total, y en esta franja etaria, en particular hasta los 14 años, es elevado el porcentaje de jóvenes escolarizados, debido en parte a la obligatoriedad del ciclo de enseñanza básica y a la existencia de comedores en las escuelas cuya población se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, el grupo de 15 a 19 años que abandonó la escuela es del 40%, por lo cual también es alto el porcentaje que no ha finalizado la escolarización secundaria. La mortalidad infantil de este sector es superior respecto a la media de la ciudad de Córdoba: en el año 2005 fue de 16.8 por mil nacidos vivos para las zonas pobres del sector, contra 11.7 que posee como promedio la ciudad capital. La población menor de 30 años posee dificultades en cuanto a la cobertura de salud; un 60% de la misma carece de obra social, por lo cual reciben atención médica en las instituciones públicas de salud, tanto de nivel provincial como municipal.

Las escuelas de la zona reciben jóvenes de ambos sectores sociales según la siguiente diferenciación: las escuelas públicas reciben sectores de clase media baja y de alta vulnerabilidad, y las escuelas privadas, sectores de alto poder (económico, político, social). Esto sin duda genera una enorme fragmentación y diferenciación al interior del sistema educativo, tal vez como en ningún otro sector geográfico de la ciudad.

Nuestra investigación se propuso indagar las representaciones y prácticas de los adolescentes respecto de las tecnologías comunicacionales en general y las tecnologías informáticas en particular. En este sentido, intentábamos conocer el grado de apropiación de los adolescentes en relación con la computadora, explorar acerca de sus prácticas en relación con el uso de la computadora en el ámbito educativo y reconocer las prácticas que desarrollan en su vida cotidiana en relación con el uso de tecnologías informáticas.

Los principales resultados se pueden resumir en los siguientes aspectos:

  • Disponibilidad: en este caso hacemos referencia a la existencia (o no) de computadora o de otros dispositivos tecnológicos, así como de conexión a Internet en los propios hogares, lo que permite una interacción cotidiana con las TIC; los lugares donde se ubican; los saberes que circulan en ese espacio y los actores portadores de esos saberes, lo que define las características del entorno tecnológico que los rodea, sea éste doméstico (sus hogares), institucional (en este caso la escuela) o social (el espacio público). En el caso de los jóvenes de las escuelas públicas, la mayoría carece de computadora en su casa, y de los pocos que la tiene, ninguno posee conexión a Internet. Las computadoras de que disponen (de las que en general son propietarios y usuarios) no son muy potentes, en el sentido de que se han vuelto obsoletas para el uso de nuevos softwares disponibles (e impuestos) por el mercado. En algunos casos, los adolescentes se convierten en fuente de información respecto al uso de las computadoras frente a sus padres, quienes, salvo contadas excepciones, no utilizan estos objetos para ninguna tarea en particular. Respecto de otros dispositivos, el único al que hacen referencia los jóvenes es al teléfono celular, que pareciera ser una tecnología más cercana a sus posibilidades, tanto de adquisición como de uso.

En cuanto al entorno tecnológico institucional, la escuela, podemos decir que se trata un entorno tecnológico bastante débil, ya que, si bien los establecimientos educativos a los que asisten poseen salas de computación, en general cuentan con pocas máquinas desactualizadas, y en algunos casos obsoletas o averiadas, que han sido objeto de robos, y que no poseen conexión a Internet.

En cuanto al entorno tecnológico social, al tratarse de jóvenes cuyos lugares de residencia se encuentran en zonas alejadas de la ciudad, éste se puede caracterizar por la escasa existencia de lugares públicos para el acceso a las computadoras e Internet, como los cybers.

Como contrapartida, los adolescentes que asisten a las escuelas privadas poseen más de una computadora en sus hogares, de las cuales una es de su pertenencia, en la mayoría de los casos. En general, el modo en que han accedido a ellas es por haber heredado las PC de sus padres o hermanos mayores, ante la adquisición de una nueva. Casi la totalidad de los jóvenes posee computadoras en sus hogares con conexión a Internet a través de banda ancha. Las computadoras están ubicadas en sus propios cuartos o en un lugar de la casa específico para el estudio o trabajo, con lo cual el acceso a esta tecnología se produce en este espacio, y muy raramente en el cyber u otro espacio público. Además, evidencian moverse en un entorno tecnológico donde también están presentes dentro del hogar cámaras digitales, DVDs, equipos de música, reproductores de MP3, etc. Los padres de estos jóvenes, en general, utilizan las computadoras para el trabajo, en muchos casos son quienes ingresan la computadora al hogar, en otros también poseen sus propias máquinas en la casa, y no sólo no reprimen su uso por parte de sus hijos, sino que, por el contrario, lo alientan, encargándoles tareas vinculadas con el trabajo de sus empresas por las cuales el adolescente recibe una pequeña remuneración. De manera coincidente, la Encuesta Nacional Los consumos culturales de chicos de 11 a 17 años de Argentina, dirigida por Alejandro Piscitelli y desarrollada entre abril y junio de 2006, establece, en relación con el sujeto de la familia que más sabe del manejo de la PC, que en el 70% de los casos son los hijos quienes saben manejar mejor la computadora, mientras que en el 15%, los padres. No obstante, en los hogares de mayores recursos, el 30% de los padres (según las repuestas de los jóvenes), conocen mejor el manejo de la PC. En comparación, entre las familias de bajos recursos, solo el 3% de los padres manejan la computadora mejor que los propios hijos.

  • Acceso: como hemos dicho, el contacto que los jóvenes que asisten a escuelas públicas tienen con las computadoras e Internet se produce en el cyber del barrio de residencia. Se trata a su vez de un acceso bastante restringido, en algunos casos por la cuestión geográfica, ya que estos locales se encuentran a distancias considerables de sus domicilios. El tema económico es otra limitación al acceso, es decir el pago por la hora de uso del servicio, que en los lugares alejados de los centros comerciales es mayor, lo que lleva a que los jóvenes “racionen” su asistencia a estos espacios. Por último, el grado de desconocimiento que poseen los progenitores en cuanto al uso potencial de las computadoras, sumado al uso efectivo que hacen los jóvenes de ellas (vinculadas fundamentalmente al entretenimiento) genera prejuicios que ocasionan grandes conflictos, que a su vez terminan con la prohibición de la asistencia a los cybers. Los resultados de la Encuesta Nacional confirman estas observaciones, al mostrar que la brecha entre sectores de mayores y menores recursos se presenta en el acceso en el hogar a Internet, en donde el 70% de los jóvenes de mayores recursos accede a Internet en su casa, en tanto el acceso a Internet en el hogar sucede en el 3% de los adolescentes de menores recursos.

En cuanto a las características que asume la apropiación entre los jóvenes entrevistados, podemos observar lo siguiente, en relación a diversos aspectos:

  • Conocimiento: el conocimiento que poseen los jóvenes acerca de las computadoras, sus componentes, su lógica de funcionamiento, sus articulaciones con otras tecnologías comunicacionales, es escaso, acentuándose este desconocimiento entre los adolescentes que asisten a escuelas públicas. Sin embargo, es en el ámbito escolar donde están comenzando a adquirir ciertas nociones al respecto. Entre los jóvenes de escuelas públicas, además, no existe una visión acerca de las potencialidades de estos medios, de los softwares con que están dotados y sus aplicaciones. Para ellos, las principales aplicaciones se relacionan con los juegos, el mail y el chat, la música, alguna enciclopedia y el procesador de texto. Esto no ocurre entre los adolescentes de los establecimientos privados, quienes reconocen, además de las aplicaciones mencionadas, las planillas de cálculo, editoras de imagen, editoras de páginas web, bases de datos, buscadores, blogs, fotologs, entre otras.
  • Reflexividad: es interesante observar que en este aspecto los adolescentes que asisten a establecimientos públicos, si bien no alcanzan a tener una visión que pudiéramos caracterizar como reflexiva en torno a las tecnologías, poseen una serie de representaciones que se vinculan con sus efectos negativos en las personas y en la sociedad, representaciones más cercanas a una visión tecnocrática, que desde el sentido común, las impugna como herramientas potencialmente útiles para la autonomía y las ubica en el terreno de la alienación, cuando existe un abuso por parte de los jóvenes respecto de su uso.
  • Competencias comunicacionales y tecnológicas: en el momento de realización de las entrevistas grupales, se advirtió entre los jóvenes de escuelas públicas significativas dificultades para expresar sus ideas, para sostener una argumentación prolongada frente a una pregunta, configurándose además a lo largo de las sesiones una relación de asimetría entre el entrevistador y los entrevistados, motivada en parte por lo que se pudo identificar como el excesivo respeto hacia “el que sabe” de los temas que se discuten en ese momento grupal, por parte de los que “no saben” sobre lo que se les pregunta. Por el contrario, entre los estudiantes de las escuelas privadas, si bien en algunos momentos demostraron algún tipo de reticencias al diálogo por el grado de exposición frente a sus compañeros que ello implicaba, en ningún momento se reprodujo esa situación de asimetría. Muy por el contrario, se expresaron con fluidez acerca de todo lo que se les preguntaba, en un plano de igualdad con el moderador, y hasta por momentos de cierta demostración de fuerza acerca de cómo “manejar la situación”, una suerte de convicción acerca de que “nosotros (los entrevistados) somos los que sabemos del tema”. Prueba de ello fueron conversaciones en voz baja entre ellos, ironía y chistes que circularon durante la reunión grupal. Más allá de esta observación, la riqueza del vocabulario utilizado, la precisión y pertinencia en el uso de los términos técnicos, como ciertos aspectos de la comunicación no verbal, fue más evidente entre los adolescentes de escuelas privadas. En relación con las competencias tecnológicas, la hipótesis que sosteníamos, derivada de estudios anteriores, era que el hecho de que los adolescentes hubieran nacido en el momento en que los nuevos medios se masificaron, los predisponía a la adquisición de una serie de competencias que les permitiría un uso de la tecnología altamente competente. Sin embargo, y tal como lo advierte González (1999), la adquisición de las competencias tecnológicas depende tanto del entorno tecnológico del sujeto, las tecnologías con las que se ha visto en situación de interactuar, como de sus esquemas cognitivos, que para nosotros, como lo hemos dicho, se vinculan estrechamente con las competencias comunicativas en general, que en el caso de los jóvenes que asisten a escuelas públicas están verdaderamente poco expandidas. De tal manera, en ellos no se advierten rasgos de una elevada competencia tecnológica, al contrario de lo que ocurre entre los adolescentes de escuelas privadas: se evidencia en las intervenciones de estos últimos una habilidad tanto para el uso de las aplicaciones como para la resolución de problemas que el mismo acarrea. Estas observaciones se corresponden plenamente con la Encuesta Nacional ya mencionada, donde se concluye que, si bien la mayoría de los jóvenes sabe usar la PC (90%), entre los de mayores recursos, sólo el 1% no sabe usarla, en tanto que entre los de menores recursos este porcentaje asciende al 20%. Además, pudimos advertir que, para los adolescentes de escuelas privadas, las competencias tecnológicas son vistas como un capital importante para el futuro, sobre todo en el ámbito laboral; los jóvenes de escuelas públicas, por su parte, no asocian las competencias tecnológicas vinculadas con las TIC con su futuro profesional.
  • Uso: una constatación que ya señalan también otros estudios es que, sea por los lugares donde se produce el acceso (en muchos casos los espacios públicos como los cybers) o por las actividades que realizan los jóvenes con las TIC, es indudable que los nuevos medios han posibilitado a los adolescentes nuevas formas de sociabilidad e integración entre pares, fundamentalmente a través del uso de los juegos en red, el chat y los blogs/fotologs. Sin embargo, los jóvenes de las escuelas públicas utilizan de manera bastante restringida las TIC y en particular las computadoras: en cuanto a la frecuencia, en la mayoría de los casos se reduce a un par de veces a la semana, entre dos y tres horas. En relación con el tipo de actividades, la mayoría se vincula con el uso de Internet: visitan páginas web de música o de sus cantantes favoritos, desde donde “bajan” música y fotos, utilizan el correo electrónico, y, fundamentalmente, visitan salas de chat o chatean con sus contactos. En el caso de los varones, se suma el uso de los juegos en red. Por su parte, entre los jóvenes de escuelas privadas, si bien las referencias al tipo de uso no difieren sustancialmente de las de los jóvenes de escuelas públicas, sí constituye una gran diferencia la frecuencia de uso, que es diaria y de varias horas al día. Se trata de una interacción permanente con las TIC que hace de su presencia y su uso una práctica completamente natural. 

Por otro lado, y como nos interesaba particularmente la cuestión del uso educativo, si bien ambos grupos poseen espacios curriculares e infraestructura tecnológica en sus escuelas (aunque desiguales), las referencias a las prácticas escolares en las que se involucran las computadoras son más frecuentes entre los jóvenes de escuelas privadas, y el nivel de creatividad de las propuestas por parte de los profesores es claramente superior en ellas.

  • Gestión y proyecto: para los adolescentes de escuelas privadas, las competencias tecnológicas vinculadas con la posibilidad de toma de decisiones y de proyectos a desarrollar son visualizadas claramente como un capital a acumular para el desempeño laboral futuro, en un escenario personal donde seguramente las computadoras estarán presentes. Para los jóvenes de escuelas públicas, la presencia de las TIC en sus horizontes laborales es escasa, y de hecho les cuesta imaginarse esta situación. Por ello, definen el valor de adquirir competencias tecnológicas vinculadas con las TIC de manera muy vaga, poco precisa y creativa.

En las entrevistas realizadas encontramos que la mayor relevancia está dada por la condición socioeconómica de nuestros entrevistados y no por la edad; los jóvenes pertenecientes a sectores altos manifiestan una relación con el objeto (la PC y las TIC en general) cualitativamente diferente de los de sectores bajos, más allá de que ambos la utilizaran con suficiente experticia.

A modo de cierre

En estudios anteriores, a propósito de la apropiación de TIC por parte de docentes, la edad era una variable que habíamos identificado como condicionante de la apropiación. Trasladando esta conclusión a la presente investigación, los que han sido definidos como nativos digitales (nuestros adolescentes escolarizados) debían haberse apropiado convenientemente de las TIC. Sin embargo, lo que encontramos es que lo que parece tener más relevancia es la condición socioeconómica de nuestros entrevistados, por lo cual, los jóvenes pertenecientes a sectores altos manifestaron una relación con el objeto (la PC) cualitativamente diferente de los de sectores bajos, más allá de que ambos la utilicen con suficiente experticia. Para los adolescentes de sectores socioeconómicos altos, es decir ubicados en un lugar social de poder, la computadora (como muchas otras tecnologías) es un objeto propio ubicado en un lugar propio (casi todos poseen más de una PC en su casa, en sus cuartos, con conexión de banda ancha). Por lo tanto, tampoco es necesario que se apropien de las TIC; simplemente hace falta el despliegue de ciertas estrategias para que, en su debido momento (ya que la victoria del lugar sobre el tiempo así lo garantiza, -Certeau, 1980-), todos los objetos (simbólicos y materiales) necesarios para aprovechar el mundo de tecnologías en que viven, les sean completamente propios; porque, de hecho, ya son en parte propietarios. Por el contrario, los jóvenes pertenecientes a sectores sociales desapropiados (desapropiados del fruto de su trabajo, pero también de otros derechos) son hoy los inquilinos del lugar que ocupan y de los objetos que consumen (propietarios e inquilinos en el sentido literal y simbólico de los términos, ya que los primeros son todos hijos de comerciantes, profesionales, empresarios e industriales, en tanto que los segundos son todos hijos de jardineros, albañiles, empleadas domésticas, taxistas), y a ellos queda reservado el desarrollo de ciertas y ocasionales tácticas que les permiten aprovechar de manera aislada y discontinua los beneficios que las TIC aportan a otros de manera global y continua. En este sentido, podemos aventurar que estos nativos digitales, que sufren las consecuencias de las nuevas desigualdades de la globalización, se encuentran solos, huérfanos de políticas públicas que los amparen y los contengan, de espacios de formación que incluyan una apropiación creativa y que les permita avizorar, a partir de la escuela, la posibilidad de gestionar proyectos innovadores. Las brechas que provocan las desigualdades en lo social y lo económico, tampoco permiten a los adultos/docentes reparar ese desamparo.

Bibliografía 

Cabello, R. (2006). La cuestión de las competencias tecnológicas, en Cabello, R. Yo con la computadora no tengo nada que ver. Prometeo, Bs. As.

Cabello, R. y Levis, D. (2007). Medios informáticos en la educación. Perspectivas en América Latina y Europa. Prometeo. Bs. As. 

Castoriadis, C. (1993, 1975). La institución imaginaria de la sociedad, en 2º edición en castellano, Tusquets, Bs. As.

De Certeau, M. (1999, 1974). La cultura en plural. Nueva Visión, Bs.As.

De Certeau, M. (2000, 1980). La invención de lo cotidiano. Universidad Iberoamericana, México.

Géliga Vargas (2006). Acceder, cruzar, nivelar: disyuntivas escolares ante la brecha digital, en Cabello, R. Yo con la computadora no tengo nada que ver. Prometeo, Bs. As.

Giddens, A. (1997, 1991). Modernidad e identidad del yo. Península, Barcelona.

 González, J. A. (1998). Educación tecnológica y cultura: una propuesta de investigación exploratoria, en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, vol. IV, Nº 007. Universidad de Colima, Colima, México.

González, J. A. (1999). Tecnología y percepción social: evaluar la competencia tecnológica, en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, vol. V, Nº 009. Universidad de Colima, Colima, México.

Morales, S. (2004). Análisis situacional de las nuevas tecnologías comunicacionales: factores intervinientes para su apropiación y uso en escuelas secundarias de la ciudad de La Rioja (Argentina). Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna, España.

Morales, S. (2006). Los medios informáticos en la enseñanza, en Ortúzar y Vidal (comp). Jóvenes, identidad y comunicación. UNC, Córdoba.

Morales, S. (2007). Brecha digital y educación en la sociedad global de la información, en Cabello, R. y Levis, D. Medios informáticos en la educación. Perspectivas en América Latina y Europa. Prometeo. Bs. As. 

Morales, S. (2010). Políticas y prácticas de apropiación de la computadora en la escuela media en la década de los ‘90. Editorial de la Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC, Córdoba.

Rivera, J. (1997). Comunicación, medios y cultura. Líneas de investigación en la Argentina 1986-1996. Ediciones de Periodismo y Comunicación, UNLP, La Plata. 

Silverstone, R. (1996). Televisión y vida cotidiana. Gedisa, Bs. As.

Thompson, J. (2006, 1990). Ideología y cultura moderna. Universidad Autónoma Metropolitana, México.

Cómo citar este artículo

Morales, S. (2014). Impacto del Programa Conectar Igualdad (PCI) sobre las prácticas juveniles de apropiación tecno-mediática en el ámbito escolar y extraescolar. En XII Congreso Latinoamericano de Investigadores de la Comunicación (ALAIC). PUCP, Lima, Perú.

Susana Morales

Susana Morales